Pregúntale a Alicia

Anónimo.

"Pregúntale a Alicia: diario íntimo de una joven drogada" es mi primer libro oficial y uno de los que más pueden marcarte si lo lees siendo niñ@. 

Conservo aún la primera edición (m.r 1972), siempre la consideré una rareza que no desvelar a nadie, por ser una lectura muy íntima. La obra no hizo boom y durante muchos años fue imposible encontrarla. Se ha vuelto a editar.

"Chris y yo hemos pasado el día en el parque, reflexionando sobre el asunto. Hemos llegado a la conclusión de que mientras estemos aquí nos será imposible cambiar, y por eso nos vamos a San Francisco. Lo que debo hacer es, sencillamente, entregar a Richie a la policía. No soy vengativa, ni estoy despechada o celosa, en absoluto. Simplemente, debo hacer algo para proteger a todos esos escolares de primaria y secundaria. Ese ya se lo venderán otros que me contó Rich es un cuento, un montón de mierda (...) Estamos en San Francisco, en un aspetoso y asfixiante cuartito. Después de tantas horas miserables pasadas en el autocar, ambas estamos mugrientas. Mientras Chris toma un baño escribiré unas líneas hasta que me toque el turno. Este pequeño antro y nido de arañas cuesta noventa dólares mensuales, pero al menos tendremos un techo mientras encontramos trabajo y un lugar más decente. (...) Anoche fue la peor noche de mi puerca y podrida vida. Sólo éramos cuatro y Sheila y Rod, su novio de turno, nos iniciaron a la heroína. Al principio tuvimos algo de miedo, pero luego nos convencieron de que todas las historias de horror que se cuentan sobre la heroína son puros mitos americanos. Creo, no obstante, que estaba muy excitada, y la verdad es que me moría de ganas de probar viéndoles a ellos prepararlo. El sabor produce una gran sensación, diferente a todo lo que había probado. Me sentí amorosa, lánguida y maravillosamente blanda, como si flotase por la realidad y las mundanas cosas se hubiesen perdido para siempre en el espacio. Pero, antes de perder totalmente la noción de lo que ocurría a nuestro alrededor, vi a Sheila y a su lameculos preparándose un rápido. Recuerdo que me extrañó ver que se disponían a ponerse tan altos cuando acababan de ponernos a nosotras tan maravillosamente bajas, y sólo más tarde me di cuenta de que los asquerosos hijos de perra se habían turnado para violarnos, tratándonos sádica y brutalmente. Ése había sido su plan estratégico desde el comienzo."