¿Todos los caminos a Roma?

Hace unos días que mi tía Conchi se ha marchado sola dos semanas a Roma. Ni ella misma se creía su decisión. Aunque ha viajado a muchos sitios siempre lo ha hecho con su marido. Y no me refiero ya solamente a viajar, a cualquier sitio que vaya, por cerca que esté la cafetería en cuestión, lo hace acompañada de su queridísimo e inseparable Lolo. La costumbre es no ver en casi ninguna tesitura a Lolo y Concha por separado. Cuando me enteré de que se iba a Roma la llamé para entrar en detalles. Con mi tía Conchi comparto circunstancias vitales muy jevis que nos hacen tener algunos rasgos idénticos y no pocos oscuros dilemas, así que muchas de las veces que hablamos el despliegue de sinceridad y pasión es considerable, lástima que no lo hiciéramos antes. Precisamente a esto intenta poner remedio mi tía, a todo lo que queremos hacer y no hacemos por miedo. Le digo que es una valiente, ella me dice que nanai, que es el miedo el que le ha empujado a despegar, a saber si se vale por sí misma, a experimentar, que no sé lo rápido que pasa el tiempo, que cuando te das cuenta no te has atrevido a nada, que siempre ha tenido a su pareja cerca, que es un reto necesario para seguir adelante.
Muchas personas se hacen los interesantes cuando sus parejas las abandonan, se hacen entonces bohemios, budistas, viajantes, solidarios y contempladores de otros mundos, mientras que estando emparejados han derrochado egoísmo y deslealtad sin cortarse un pelo. Pero Concha es esencialmente inteligente, no ha necesitado que le den una patada en el culo para querer encontrarse, no se ha pirado porque no tenga otra opción o porque huya de sí misma, sino porque busca desesperadamente superarse, a pesar de las limitaciones que hemos tenido y que nos has configurado este carácter radical y difícil de entender en ocasiones... Lo que menos me esperaba de ella era que pasara de que le llevaran in-situ hasta las pipas Churruca a tener este par de ovarios desmelenaos. Me tiene alucinada, tal vez necesitaba desde hacía demasiado tiempo que alguien de mi familia me sorprendiera, me diera ejemplo, me enriqueciera... Todo esto puede sonar algo vacío sin conocer nuestras circunstancias, pero sería llegar demasiado lejos. Es la primera vez que voy a llevar yo mis maletas, me dice descojonándose, A saber qué individuos me encuentro en el apartamento compartido. Qué ovarios le has echao, nenika, Que te digo que no, que esto es miedo puro y duro, que se me ha metido en el coco que tengo que hacerlo. Me callo y le hago creer que para moverse sólo cuenta el miedo, no para de insistir en que no tiene mérito alguno, no me deja echarle ni el mínimo piropo. Seguramente no me aceptarías lo que quiero decirte, me interrumpirías al segundo, así que voy a escribírtelo. ESTOY MUY ORGULLOSA DE TI, OJALÁ UN DÍA ME ATREVA A IMITARTE.


¿Creéis que hay cosas en concreto que hacer en la vida para crecer como personas o que todo se puede relativizar? ¿Creéis que hay muchos caminos para llegar a Roma o que eso es sólo una excusa para el que no se atreve a ir volando?