MALA SUERTE VERSIÓN SIMPLE

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue apuntar algunas frases del suceso, me servirían para recordar la noche completa al día siguiente. Quería conservarlo al menos para mí, no estaba segura de querer publicarlo en el blog, aquello era una mala escena sin más, tan esperpéntica que tendría que hacer un verdadero esfuerzo para que al escribirlo resultara creíble. A la noche siguiente le conté detalladamente a AleX-Cal (el tercer A.l.e.j.a.n.d.r.o de esta anécdota y el único de ellos que no vive en Murcia) lo que me había pasado, ahora es fan incondicional de la historia. Me convenció para que la escribiera, así que ahí va...

Me ha ocurrido absolutamente de todo quedando a través de internet, que el físico palpable no se corresponda en nada con el físico empantallao es algo que ya no me importa tanto, me he acabado acostumbrando. 
Pero quedar con una persona sin los mismos pies ni cabeza es algo que nunca se coló en mi perversa imaginación.
Hay una serie de webs y foros donde contacto con gente para promocionar mis camis. Mi messenger está lleno de contactos a los que voy poniéndole un sobrenombre a fin de no liarme.
Aclaraciones express con las que localizar más que juzgar, aunque salvo excepciones nunca las mostraría a sus referenciados, también las uso para darle un punto divertido a un messenger que cada vez me resulta más aburrido y tirano. Ahora ya ni te cuento...

Anoche llegaba de tomar unas cañas con Anhita-Dinamhita, mi amiga de deskicies noventeros, lo habíamos pasado muy bien y hacía mucho calor, me apetecía seguir callejeando. Llego a casa. Últimamente chateo mucho con A.l.e.j.a.n.d.r.o, cuyo perro me cae muy bien por foto :P El amo desde un principio también me pareció majo y muy sencillo, como más lo recordaba conectado era simplemente con su nombre: A.l.e.j.a.n.d.r.o. Hacía bastante que no quedaba con nadie por internet, así que me animo y abro rápidamente el messenger para quedar antes de que me entre la vena comodona.
Y ahí que está su nombre conectado cuando llego, qué bien, voy a ver si quiere salir "EEEEEEEEYYYY, ¿te apetece dar una vuelta por el centro?" "Claro!! A qué hora nos vemos?"
Me asomo a las once a P l a t e r í a, "mi A l e j a d r o de foto" no está, en su puesto hay un chico de camiseta fluorescente (como la que llevaría yo en un mal momento) y pantalones blanco nuclear con zonas jaspeadas (como los que no llevaría en ninguno), se me presenta como A l e j a n d r o. Los primeros minutos de cualquier cita ciega son de un absurdo indiscriminado, se te podría presentar el bisabuelo suplantando a tu cybercolega que uno actuaría como si lo llevara viendo toda la vida; un par de cañas para los asistentes, y pasado el choque del encuentro me percato de que este tío me ha timado con las fotos como nunca me había ocurrido. Pero qué morro, si es que no tiene ni un aire. Lo mejor será ver de qué va, la belleza está en el interior, y esta persona tal vez ha llegado a mi vida para demostrarme que soy demasiado fan de lo divino.

_Me comentaste por messenger que te molaría una camiseta con un diseño atrevido, seguidor de Manara me dijiste, ¿no?
- ...
(no me contesta, me mira todo el tiempo sin parpadear, es la típica mirada del que pasa muchas horas estudiando o esperando resultados de lo estudiado)
_¿Te mola o no?
- pssss...
_Joder... (empiezo a temer lo peor)
- Tú de Murcia ciudad, ¿no?
_Vaya tela, si tú no eres Alejandro...
- ¿Ah, no?
_No sabes quién es Manara y no te pareces en nada a las fotos.
- No sé, tú eres la que has dicho de quedar.--me suelta como si esta técnica cyber-ancestral ya la hubiera funcionado con éxito en anteriores reencarnaciones.
_Ya, ¿pero quién eres tú?
- Me llamo A l e j a n d r o y estudio segundo de derecho.
_¿Te ha dicho A l e j a n d r o que vengas en su lugar?
- Yo es que soy A l e j a n d r o...
_A ver, ¿cómo se llama tu perro?
- No, no, perro yo no tengo
(Me sonrío..., cree que le sonrío a él, así que me devuelve el gesto, nunca un sonrisa me había descolocado tanto)
_¿ Te importa si lo cuento para desahogarme en mi blog?
- ¿El qué?
_Que he sido tan gilipollas de equivocarme al quedar por messenger, creía que lo hacía con un tal
Alejandro, pero tú eres otro, nunca llegué a hablar contigo, así que no te llegué a poner apodo. ¿No te ha parecido estúpido que una tía con la que nunca has hablado quisiera quedar contigo? ¿Cómo es que no te has asegurado de...
- No sé, estaba aburrido... Pídete algo ya que estás.
_Invitas tú, ¿no?

Yo no soy de clavar, pero me invade el impulso de que otros le claven, estoy en un local de rápidos bocatas y tendría que zamparme al menos diez. 
Me levanto de la mesa y entro al Drexco para pedirme un "triple" de lo que sea, cenando en la barra hay dos chavales que no están nada mal, enfrente un espejo. Soy más bien tímida pero en estas circunstancias no me corto para mirarles unos segundos, me siento con el empuje del derribado que cree merecer otra oportunidad, se me ocurre que debería tararear el "Sálvame" de Las Nancys Rubias, bajito, perceptible sólo por almas sensibles con oído fino, pero por otro lado tengo la alucinógena impresión de que buena parte del local ya comprobó hace unos minutos lo gualtrapas que soy, no hace falta que me parodie.
Vuelvo a la mesa, de pronto me siento culpable por sacarle un bocata a alguien con el que no hubiera quedado jamás de los jamases previo aviso de su karma, así que le ofrezco la mitad de mi tesoro para aliviar mi conciencia electrónica, acepta; craso error again, con lo que me mola el pimiento con cebolla a la placha, tenía que habérmelo rechazado y haberse pedido otro, ahora empezaré a verle cara de ratón.

- Disculpas por no ser quien creías
(mientes, cabrón, la que lo siente soy yo, tú si sabías con quién quedabas) (pienso).
- Da igual, si aquí hacen unos b o c a t a s de puta madre (digo).
- En verano pasan estas cosas en la ciudad -me dice mirando eternamente a una de mis pupilas.
- ¿Qué es lo que pasa? Es el primer julio de mi vida que no estoy aún en la playa.
- Pasan experiencias.
- Algunas experiencias están sobrevaloradas, no sirven para nada, sólo es una manera de sentirse por encima del que no las tiene, y hay algunas que ni para eso... (aún no estoy encabronada del todo, sólo le tiro al cuello con la esperanza de que me sorprenda con un fantástico sentido del humor, una auténtica carcajada podría cambiarlo todo; pero no entra al trapo, no me escucha, me clava la mirada, pero tampoco estoy segura de que me mire a mí, es como si estuviera investigando el rastro de algo que se ha colado en mi ojo)
- Tranquila, si yo te conozco un poco, tú  d i s e ñ a s c a m i s e t a s.
- Yo te diseño lo que quieraS (bebo media cerveza de un trago y recuerdo que estoy en plena promoción, antes de volverme borde-sin-retorno debo resultar encantadora aunque sea unos minutos como ensayo para la nueva temporada).
- Pasamos muchas horas delante del ordenador, la tecnología nos devorará.
(Va soltando frases, rechacé el contexto en cuanto comprendí que me había timado, así que no le entiendo, podría decir la cosa más sensata del mundo que no estoy dispuesta a entenderle, ¿por qué sintonizar con alguien que sabía que estaba quedando por error?, acabo el b o c a d i l l o. 
No se me ocurre qué tenemos en común, y tampoco estoy muy predispuesta a que se me ocurra ningún tema, ante la amenaza de aburrimiento inminente decido entretenerme incomodándome a mí misma, me enciendo mi primer cigarro después de seis meses, sería interesante conseguir que viera la situación tan poco atractiva como la veo yo, le hago saber que ya no fumo.
- No te preocupes, por uno no pasa nada.
- Sí, de momento me los voy a fumar de uno en uno.
- No me extraña que estés triste, en verano esto está desierto (mientras veo que han pasado el suficiente número de pivones como para clasificarlos según textura de sus chanclas)
Me voy apagando y apenas atiendo a mis propios movimientos, al ir a darle un trago la cerve se me derrama,
-Estás nerviosilla, ehhhhhhhhh (Me despierta de cuajo tal pedazo de observación, esto ya es el colmo... Sólo hay dos tipos de tíos, los que me ponen nerviosa y los que no me ponen nada, y él da por hecho que pertenece al primer grupo! Es el apollardamiento personificado.
- Lo que estoy es conmovida.
(lo digo tranquilamente, sabiendo que no encuentra ironía en nada de lo que yo diga),
- Tanto que me voy a casa.
- Te acompaño
Pasamos por el puente viejo del Segura, una lagartija que sale del río para y nos concede unos segundo de atenta parálisis, quito la mirada antes de que se quede con mi cara.
- Me voy por aquí, Alejandro
- Yo también
- No... si es que yo acorto en esta paralela y ya cruzo por esta avenida en diagonal que me pilla de lujo (no se entiende del todo y suena perfecto)

La lagartija encuentra unos restos, lo hace saber exhibiéndose hábil en su manejo. Me percato de que nunca, absolutamente nunca, ella reconocería que nos vio. Pensar en la discreta lagartija mientras cruzo una avenida que me he inventado me produce una satisfacción que ya esa noche nadie podría darme.