VITAL DEATH
"Con el paso de los años uno se va dando cuenta de las cosas importantes de la vida, como tener una bonita sonrisa."
Total ahí es nada. Así comienza el anuncio de un famosísimo centro dental. La frase no estaría nada mal si no fuera porque por supuesto para nada se refiere al hecho de sonreir, sino a los elementos físicos que exhibes cuando lo haces. Los simples piños de toda la vida, aquellos que uno se limitaba a lavar y a quitar de en medio cuando se picaban.
Por preferir todos preferimos una boca a todo lujo, pero para sonreir es imprescindible hacerlo con el alma y la mirada, y si encima tus dientes molan points de añadidura. Al fin y al cabo el pico te lo puede romper cualquiera en cualquier momento. Y al mal tiempo, ya se sabe, puedas costearte Vital Death o no, buena cara...
Desde hace unos años veo un extraño culto al piño, me inquieta ver tantas falsas y resplandeciente bocas simulando sonrisas.
Total ahí es nada. Así comienza el anuncio de un famosísimo centro dental. La frase no estaría nada mal si no fuera porque por supuesto para nada se refiere al hecho de sonreir, sino a los elementos físicos que exhibes cuando lo haces. Los simples piños de toda la vida, aquellos que uno se limitaba a lavar y a quitar de en medio cuando se picaban.
Por preferir todos preferimos una boca a todo lujo, pero para sonreir es imprescindible hacerlo con el alma y la mirada, y si encima tus dientes molan points de añadidura. Al fin y al cabo el pico te lo puede romper cualquiera en cualquier momento. Y al mal tiempo, ya se sabe, puedas costearte Vital Death o no, buena cara...
Desde hace unos años veo un extraño culto al piño, me inquieta ver tantas falsas y resplandeciente bocas simulando sonrisas.
Con el paso de los años ya no miras con los ojos, miras con todo lo vivido, de ahí que te fijes en esas dentaduras de vital Death...Nuestro interior atesora esos datos de gentes que pasaron un día por nuestra ventana, y cada herida o cada beso, quedo en nosotros, y ese pasar del tiempo... hace que nuestro mirar sea más bien donde y con que etiqueta colocas la nueva sonrisa.
ResponderEliminarRod
A mí me pasa igual, cuando veo esos vejestorios famosos, tan arrugaditos ya, que casi no pueden andar, con la piel requeteplanchá pero que ya no da más, y entonces, sin previo aviso para la salud de mi corazón abren la boca y sale una sonrisa de cuento, blanquísima, que te deja medio ciego y que combina con el resto del cuerpo como si lo asesinara, me entra un repelús tremendo, porque no cuadra nada, ni la piel disecada con los dientes de catálogo, ni el caminar terminal con la sonrisa afrodisíaca, nada, un disparate todo, en fin que como habrás deducido no me gusta ni el culto a los piños de escaparate ni el resto de reciclaje corporal cuando cruza la frontera de lo patético. Jo, que bien me expreso, jajajajaja.
ResponderEliminarMe gusta comentar con la cruz intermitente a mi derecha, es como un aviso de sí, tu ves criticando, critica, critica, que te estoy esperando, jajajajaja.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOK..Borrado tu enlace...mis disculpas ..Suelo pedir permiso, me salte el protocolo...
ResponderEliminarSaludos
Rod
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Eh!, yo estuve en el rodaje de este magno producto del arte creativo publicitario: limpiaba los charcos de sangre, refrescaba y cambiaba los pañales a los actores.
ResponderEliminar¡No habia nada raro en nuestro set, de veras que todo era bondad! Los actores sonreian según los preceptos de este bello arte iniciado por el gran Goebbels, la publicidad conformadora. Los protagonistas sonreian y yo sostenia los electrodos de sus nucas para que no produjeran chispazos con los charcos de sangre. ¡Normalidad absoluta en el set de beneficiencia benévola publicitaria!
¡Viva la erosión! Pero que la mia sea a poquito y chiquitita, por favor, mi Señor buen dios.
ResponderEliminarGlupsss!!
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