ES LA MISMA.
Intereses humanos, intereses animalistas y mejoras sociales van de la mano en la mayoría de casos, estar concienciado es dormir con los ojos abiertos, ningún dolor pasa desapercibido. Los anti-animalistas esconden su falta de sensibilidad fingiendo prioridades filantrópicas. Es uno de los mayores engaños de nuestra pestilente sociedad. SON LOS MISMO. Los mismos que defienden a los animales sueñan también con un mundo mejor para las personas. Son los mismos.
En este caso, es la misma.