RAY MANZAREK estuvo allí.
Se va uno de esos seres que han estado en millones de sitios diferentes, a veces sin moverse de su casa o "local de ensayo", una de esas personas que no bloquean la expresión propia y única de la que habla Martha Graham, y la van sedimentando a su paso sea con presencia escénica o ya sin ella. Esa energía estuvo un día de enero de 2007 en Valencia, y percibirla en mi única vez con The Doors fue como obtener un pase VIP en una máquina del tiempo. Ver a Manzarek darle caña al teclado con las pezus es sólo parte del recuerdo de uno de los mejores conciertos a los que asistiré en toda mi vida. Gracias por darnos una de esas pocas certezas que pueden descubrirse en medio de esta extraña tormenta.
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