Sin el don de la palabra y sin precios que valgan
"Y AHORA, SI TIENES COJONES, QUÉJATE DE..."
El don de la palabra puede tener precio, pero el valor de todos los dones adoptables en un animal son incalculables.
Por si eso fuera poco, el contrato de adopción no se basa en precios, no al menos en precios reales.
Se basa en el esfuerzo por parte de protectoras y rescatistas, un don que muy poca gente entiende, un don al que cualquiera parece estar dispuesto a ponerle un precio para poder quejarse de él.
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