Faro sin isla - Director: Cristóbal Arteaga
Como adoradora varios meses al año durante décadas de Cabo de Palos, me
llamó mucho la atención esta portada, cuyo faro, en lugar de ser el de
la propia peli, es idéntico al de Cabo de Palos. No entendía por qué cuando no hay ninguna referencia a este pequeño pueblo
murciano en ninguna presentación argumental, por lo que quise comprobar
si había algo que descubrir.
Lo primero que me encontré fue con un silencioso ambiente azul marino que me resultaba familiar y atractivo a pesar de no contar con ningún elemento atrayente, ni una sola frase o plano que te haga avanzar en la historia. Tan aburrido, real y fascinante como cualquier faro protegiendo un solitario pueblo en noviembre.
Luego encontré cosas que no entendí, detalles que puede que formen parte de la propia y oscura estructura, aunque tampoco descarto que no esté bien realizada y a que a mí me falten conocimientos para comentarla con objetividad. Si es que este tipo de películas que se salen por completo de lo visualmente previsible pueden ser etiquetadas y puramente analizadas.
Me quedo con lo que entendí y me tocó. Por protagonizarse y transmitirse con autenticidad y sin miedo al ridículo: la soledad más íntima cuando el hombre es parco en relaciones pero no en sensaciones, la desesperación salvada por una personal fe escrita, los picos máximos de placer y esperanza a través de la música, y sobrevivir con consciencia del dolor que infliges a tus únicos compañeros; que estos no sean humanos es lo de menos.
Lo primero que me encontré fue con un silencioso ambiente azul marino que me resultaba familiar y atractivo a pesar de no contar con ningún elemento atrayente, ni una sola frase o plano que te haga avanzar en la historia. Tan aburrido, real y fascinante como cualquier faro protegiendo un solitario pueblo en noviembre.
Luego encontré cosas que no entendí, detalles que puede que formen parte de la propia y oscura estructura, aunque tampoco descarto que no esté bien realizada y a que a mí me falten conocimientos para comentarla con objetividad. Si es que este tipo de películas que se salen por completo de lo visualmente previsible pueden ser etiquetadas y puramente analizadas.
Me quedo con lo que entendí y me tocó. Por protagonizarse y transmitirse con autenticidad y sin miedo al ridículo: la soledad más íntima cuando el hombre es parco en relaciones pero no en sensaciones, la desesperación salvada por una personal fe escrita, los picos máximos de placer y esperanza a través de la música, y sobrevivir con consciencia del dolor que infliges a tus únicos compañeros; que estos no sean humanos es lo de menos.
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