Porque aún no sabemos si son cosas simplemente rarunas del mundo ordinario o realmente entran dentro del ámbito paranormal.
Extraños personajes que se atreven a investigar por su cuenta al margen de teorías imprimidas hace siglos, conservadas en libros de textos con los que educar de idéntica manera a generaciones que, supuestamente, deberían haber evolucionado lo suficiente como para cuestionar cada hoja.
Parlanchines
entes que en lugar de mantener la boca cerrada comiendo lo que quieran, dan lecciones sobre respeto, ¿respeto oral?
Gracias a nuestro vicio de filtrarnos podemos convertirnos en una mutación, una nueva especie llamada difhumano. ¡Qué divertido es molarse a uno mismo con mis ojos lagartijos!
A las chicas nos encantan estas compresas. Deseamos fervientemente que la regla nos visite sólo para comprobar lo bien que se hace el pino-puente y la voltereta lateral voladora con ese humilde gesto de colocarte una Evax-absorbente-bocabajo.
Los gatis son así de cabronis, usan sus poderes visionarios para descojonarse de ti cuando tienen ganas de actividad nocturna y no hay cucarachas cerca que cazar.
El misterioso caso de señoras que se levantan por la noche a comer todo lo que pillan, quien dice unos macarrones dice una web.
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