The Last shaman - documental
Las bases que sugiere el docu son tan profundas como necesarias: la curación mental sin encapsuladas biblias de laboratorio, a través del desarrollo espiritual y el contacto permanente con la naturaleza.
La sinceridad con la que se expone el ex-suicida nos seduce hasta hacernos la ilusión de una magistral revelación final. Pero no hay nada de ello. La conclusión a la que se llega es bien sencilla, no por ello menos importante, todo aquello que tiene que ver con SER en lugar de APARENTAR. El documental no se esfuerza en venderte ninguna moto, mucho menos a Dios volviendo en una Harley. Sólo es la historia de un chico que se atreve a dejarse humear en desconocidos bosques, un chico que se atreve a poner su vida en peligro con tal de salvarla y documentarla. ¿O tal vez la primera motivación es "documentarse" para luego salvarse? Imposible saberlo, eso es meternos en otro oscuro bosque del que aquí no se habla nada. De ser verdad tal grado de narcisismo, resultaría menos peligroso y más creativo que embotarse el melón con antidepresivos.
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