Nacho Ruíz Ferrer - El arte en la movida valenciana

Hoy encontré fotos de mi amigo Nacho Ruíz Ferrer, gran artista valenciano que hace meses partió por la covid con solo 52 años.

Nos queremos más de lo que nos vimos. Él es un culo inquieto y yo un culo igual pero sin coche.

A él le encantaba venir a Murcia, cuando expuso en el ALTER ARTE me invitó a echarle una mano, era 2007 y yo empezaba con mis serigrafías, resultó tierno que alguien con su talento confiara en mí para manejar sus delicadas piezas.

A la apetencia por Nacho se sumaba mi fascinación por la noche Valenciana de los 80 y 90, que no ha hecho más que crecer a medida que he ido conociendo a valencianos, y que gocé puntos álgidos en aquella fiesta con The Essence en discoteca PUZZLE, y no digamos el concierto en Cheste de Madonna.
Con mi inseparable hermano Samuel.

Conocer a Nacho y sus historias sobre SPOOK FACTORY y el importantísimo protagonismo del arte en Valencia hasta en las noches más destroy me hacía pensar que, tras nacer en Sevilla, debieron dirigirme a Valencia en vez de Murcia.
Él se reía y decía que Murcia era una ciudad preciosa.
Claro que esta ciudad me parece una pasada, su Catedral, la huerta, su chulísima vida nocturna, ya sólo con Cabo de Palos... Pero la cantidad de personajes y leyendas de Valencia... Si cada vez que vengo a Valencia es suceso fascinante.

Sin ir más lejos, la primera vez que quedamos fue para un concierto de los DOORS cuando Ray Manzarek vivía.
Nacho me pareció tan ensimismado como exaltado, tan templado como explosivo, tan prudente como provocador. Nunca había conocido a un artista nada dado a la pose predeterminada, inquietantemente real.

Sentí que era el amigo perfecto, ése al que confiarle un homicidio imprudente y en lugar de juzgarte te regalaba un cuadro inspirado en los hechos.

Pero la distancia no nos permitía la amistad, o éramos algo más o el tiempo nos haría algo menos.

Siento la necesidad de cuidar a los muchos o pocos que quieran quedarse cerca, siento que entre las circunstancias particulares y las globales nos han echado a todos unos lustros encima, siento que me alejo de quienes desprecian el tiempo con miedo y lenta excusa.
En la determinación emocional nos parecíamos como buenos tauro.

Recuperemos de los otros lo que sea recuperable. Mirémonos y movámonos de frente, o adiós, qué otras posibilidades pueden merecer la pena.

Foto: Nacho Ruíz en 2007, compró la primera serigrafía que diseñé.
LA MARIPOSA.
Con todas las connotaciones transformadoras que ésta tiene, sin saber cómo de fuerte estas connotaciones se impondrían en mi camino una década después.
La Mariposa fue el primer trabajo que elegí serigrafiar, por diversión, sin la transcendencia con la que la vida me obliga ahora a observarla.

Y tú el primero que me miró con los ojos que yo necesitaba para creer en volar.

Sigue transcendiendo en paz, querido Nachete.

 

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