Terremoto Siria y Turquía, perros de rescate
BARRY es el primer perro del que se conoce su historia como rescatista.
Nació alrededor de 1800 en las montañas de Suiza en el Gran Hospicio de San Bernardo y se le acredita más de 40 vidas salvadas durante 14 años de vida.
Salvarle la vida a un niño en condiciones extremas se considera su mayor proeza. El pequeño dormía en una cueva de hielo, Barry evitó la congelación con el calor de su lamido y cubriéndolo con su cuerpo hasta estabilizarlo para realizar una ruta de regreso al hospicio.
Barry se retiró en Berna, Suiza, y tras su muerte su cuerpo fue cuidado por el Museo de Historia Natural de Berna. Su piel fue sometida a taxidermia y su cráneo fue modificado en 1923 para la estúpida función de asemejarlo a los San Bernardo de ese nuevo siglo XX.
Su legado ha sido inspiración en obras literarias, y un monumento en su honor descansa en el Cimetière des Chiens, cerca de París.
En el hospicio siempre ha habido un rescatista llamado Barry en su honor. Desde 2004 la Fundación Barry du Grand Saint Bernard se estableció como responsable de la cría de perros del hospicio.
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