BELLEZA PARA SANAR EL ALMA
Cada verano releo esta delicia titulada "Belleza para sanar el alma".
Este verano su efecto es si cabe m谩s inspirador ante un acontecimiento en el que tanto hay en juego, una apuesta en la que se incluye la mism铆sima belleza.
Este verano su efecto es si cabe m谩s inspirador ante un acontecimiento en el que tanto hay en juego, una apuesta en la que se incluye la mism铆sima belleza.
La belleza de nuestra singularidad, de nuestra empat铆a, la belleza de la apertura mental, y, la belleza m谩s grande de todas, la de la Madre Naturaleza.
Negar la belleza de lo incontrolable,
es acostumbrarnos a negar la protecci贸n de lo que no encaje en la tradici贸n humana,
es autocondenarnos al horripilante ensimismamiento,
disfrazado de superpoderes.
Raquel Berm煤dez G.
BELLEZA PARA SANAR EL ALMA
"Aquella persona que tiene una gama est茅tica m谩s amplia tendr谩 una mayor capacidad de comprender a los dem谩s, de adaptarse a su forma de pensar. Es la persona que sabe moverse mejor en un mundo que es cada vez m谩s multicultural.
Quien s贸lo aprecia a los poetas que ha estudiado en la escuela y los paisajes de postal corre m谩s peligro que quien aprecia, por ejemplo, las m谩scaras africanas y el cool jazz, los reflejos de los escaparates y la poes铆a contempor谩nea, la artesan铆a sarda y el paisaje industrial, los rostros asim茅tricos y la escultura realizada con viejos trozos de hierro. Est谩 claro que la segunda persona ha asimilado varias formas de ser, contacta con otros mundos y, por consiguiente, tendr谩 m谩s capacidad de comprender a las personas con quienes se tropieza. Y as铆 ha quedado establecido: en una investigaci贸n acerca de la empat铆a se ha descubierto que los individuos que hab铆an seguido un cursillo de apreciaci贸n art铆stica mostraban un incremento de la capacidad emp谩tica.
Cuando una persona permanece anclada en las mismas realidades est茅ticas, corre el riesgo de marchitarse, de convertir su mundo en peque帽o y provinciano y su actitud en sospechosa y xen贸foba.
El racismo est茅tico suele ser la extensi贸n de un racismo m谩s general. Poseer una amplia gama est茅tica es una garant铆a con respecto a cualquier clase de prejuicio, nuestras teor铆as dejan de ser conclusiones definitivas sino tan s贸lo hip贸tesis.
Pens茅 en lo bonito que ser铆a en la escuela estudiar no s贸lo los cl谩sicos que constituyen la base de nuestra civilizaci贸n, desde el arte griego hasta el Renacimiento, sino tambi茅n las formas de otras culturas: arte aborigen australiano, tejidos isl谩micos, paisajes chinos, figuras de maderas nigerianas, canastas de bamb煤 japonesas... etc...
Y lo mismo cabe decir de la m煤sica: no s贸lo Bach y Mozart, tambi茅n los tambores indios, las melod铆as japonesas, los cantos indonesios, los ritmos africanos, las danzas latinoamericanas...
De esta manera, cultivando la percepci贸n est茅tica de realidades ajenas a nuestra cultura, acostumbraremos la mente a pensar de distintas maneras, a adquirir una sensibilidad m谩s amplia y multiforme, a comprender otras maneras de ver la vida y de disfrutar de la belleza. El mundo que nos rodea rebosa de culturas muy distintas, de cambios muy r谩pidos y puntos de vista en contraste: adquirir una flexibilidad cognitiva, una apertura a otras maneras de vivir y de ser jam谩s hab铆a sido tan urgente como ahora. Observar la belleza puede ser m谩s f谩cil para que eso ocurra, para ir adquiriendo una mentalidad cada vez m谩s universal.
LA PRESI脫N SOCIAL
Las emociones en estado bruto, como las est茅ticas, infunden temor. Son intensas, imprevisibles, no obedecen a las leyes y no de dejan controlar f谩cilmente. Son an谩rquicas. Lo podemos comprender observando lo que ocurre en los reg铆menes totalitarios porque se trata de casos extremos.
El poder dictatorial trata de controlar la emoci贸n de lo bello, precisamente por ser tan libre. El nazismo hablaba de arte degenerado.
En la Uni贸n Sovi茅tica, la dictadura comunista fomentaba un arte que serv铆a como propaganda del r茅gimen. Los que transitaban por territorios originales e independientes eran perseguidos y saboteados. En el fascismo igual, en 1936 las autoridades locales de Bolonia pidieron a Toscanini que interpretara el himno fascista antes de un concierto. Toscanini se neg贸 y pos贸 la batuta. Jam谩s volvi贸 a dirigir bajo aquel r茅gimen.
Incluso en las sociedades m谩s libres, la presi贸n social tambi茅n es muy fuerte. La raz贸n de ello se encuentra en nuestros or铆genes evolutivos. Hemos sobrevivido en el transcurso de nuestra larga evoluci贸n porque siempre hemos formado parte de grupos: s贸lo as铆 nos pod铆amos enfrentar con las dificultades de la vida, nuestra fragilidad, nuestros esfuerzos... El que no formaba parte del grupo no consegu铆a sobrevivir, y eso ha dado lugar a un imperativo categ贸rico: pertenecer o perecer.
Es un hecho comprobado desde hace decenios que la presi贸n social nos puede hacer cambiar de idea e incluso inducir a negar la evidencia. El negacionismo. En los famosos experimentos de Asch, m谩s del 30% de los sujetos aceptaba afirmar que una l铆nea era m谩s larga que la otra cuando claramente no lo era, s贸lo porque as铆 lo dec铆an otras personas del grupo, secretamente aliadas con los experimentadores.
La presi贸n social es responsable de trastornos ps铆quicos de total gravedad."
En la Uni贸n Sovi茅tica, la dictadura comunista fomentaba un arte que serv铆a como propaganda del r茅gimen. Los que transitaban por territorios originales e independientes eran perseguidos y saboteados. En el fascismo igual, en 1936 las autoridades locales de Bolonia pidieron a Toscanini que interpretara el himno fascista antes de un concierto. Toscanini se neg贸 y pos贸 la batuta. Jam谩s volvi贸 a dirigir bajo aquel r茅gimen.
Incluso en las sociedades m谩s libres, la presi贸n social tambi茅n es muy fuerte. La raz贸n de ello se encuentra en nuestros or铆genes evolutivos. Hemos sobrevivido en el transcurso de nuestra larga evoluci贸n porque siempre hemos formado parte de grupos: s贸lo as铆 nos pod铆amos enfrentar con las dificultades de la vida, nuestra fragilidad, nuestros esfuerzos... El que no formaba parte del grupo no consegu铆a sobrevivir, y eso ha dado lugar a un imperativo categ贸rico: pertenecer o perecer.
Es un hecho comprobado desde hace decenios que la presi贸n social nos puede hacer cambiar de idea e incluso inducir a negar la evidencia. El negacionismo. En los famosos experimentos de Asch, m谩s del 30% de los sujetos aceptaba afirmar que una l铆nea era m谩s larga que la otra cuando claramente no lo era, s贸lo porque as铆 lo dec铆an otras personas del grupo, secretamente aliadas con los experimentadores.
La presi贸n social es responsable de trastornos ps铆quicos de total gravedad."
PIERO FERRUCCI
en su obra
BELLEZA PARA SANAR EL ALMA.
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Ir a la playa es la mejor manera de sanar el alma. Y qu茅 mejor que hacerlo con ba帽adores o bikinis que te hagan sentir incre铆blemente bien, disfrutando del sol, el mar y la tranquilidad.
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